En el Ministerio de Trabajo adelantaban que analizaban con Economía diferentes posibilidades pero que todavía no hay nada resuelto.

El ministro de Economía, Sergio Massa, y la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, terminaban de definir las características que tendrá el bono de fin de año que anunciará el Gobierno como forma de compensar lo pérdida de poder adquisitivo de los salarios más bajos debido a la alta inflación. Será la última de las medidas planteadas por el Ejecutivo como ayuda a los sectores populares que, todo indicaría, estará acompañado por el no descuento del Impuesto a las Ganancias en el medio aguinaldo, un guiño para los sectores medios y altos. Los anuncios probablemente se hagan la semana próxima, en coincidencia con el nuevo dólar soja, un nuevo beneficio para los productores agropecuarios.

En su gira internacional, el presidente Alberto Fernández había anticipado que una de sus primeras tareas una vez que estuviera de vuelta en Buenos Aires sería juntarse con Massa para resolver lo del bono. Básicamente, explicó que se trataba de definir a partir de qué monto sería «el corte» de quiénes recibirían el adicional y quiénes no. Se suponía que eso incluía a trabajadores privados y públicos. «Siempre a fin de año hay diferentes temas en estudio de acompañamiento de los ingresos y de los programas sociales para que no queden retrasados respecto a la inflación», respondió la portavoz Gabriela Cerruti en su rueda de prensa de los jueves, que hizo hincapié en los 20 puntos de poder adquisitivo perdido durante el gobierno de Mauricio Macri. «Hay diferentes estrategias que se analizan», agregó. Eso sí, una vez más rechazó la posibilidad de un aumento salarial de suma fija -como reclama la vicepresidenta Cristina Kirchner- sino que subrayó que se trataría de un bono por única vez.

De manera desperdigada, el Gobierno fue estableciendo algunas medidas de recomposición. El último aumento de las jubilaciones incluyó un bono de 10 mil pesos a pagar durante diciembre, enero y febrero para quienes perciban la mínima y de 7 mil pesos para quienes cobren menos de dos mínimas. De esa manera, ninguna jubilación quedará por debajo de los 60 mil pesos. Ese aumento del 15,6% también impactó entre quienes cobran la AUH y las prestaciones relacionadas. Además, se fijó un incrementó del 40% para la Tarjeta Alimentar, aunque recién se comenzará a cobrar en enero de 2023. En tanto, el martes se acordó un nuevo aumento del salario mínimo de un 20% en cuatro tramos, monto que incide en algunos básicos de convenio y en lo que se percibe por planes sociales, principalmente el Potenciar Trabajo. Por úlitmo, el Ejecutivo ya había acordado con los gremios UPCN y ATE adelantar a noviembre la cuota de incremento salarial del 10% para los trabajadores estatales prevista originalmente para marzo, y agregarle el pago en diciembre de una suma no remunerativa de 30 mil pesos.

A partir de ahí se abre un bache. La ministra Olmos explicó que los salarios más bajos corresponden a trabajadores municipales y a los trabajadores subregistrados, que no trabajan el horario completo o, si lo hacen, no se lo reconocen. Cómo hacer para llegar a esos trabajadores con una recomposición es algo en lo que vienen conversando, lo mismo que para los demás sectores activos encuadrados en paritarias pero que no pudieron compensar los aumentos inflacionarios. «Estamos intercambiando criterios, no hay nada resuelto», respondían con sigilo en Trabajo sobre el avance en las conversaciones.

En su mensaje ante los empresarios convocados por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción, Massa insistió que su decisión es cumplir con las pautas previstas de déficit fiscal y habló de mantener el orden de las cuentas como un requisito para el desarrollo. «Eso de expandir el gasto para ganar una elección es parte del pasado», advirtió. También remarcó que «suspendimos el sistema de adelantos transitorios para terminar con la idea de que el Estado se financiaba con mecanismos de emisión», pero también le pidió al sector empresario actuar «con rigurosa equidad social». Habrá que esperar para saber qué posibilidades de recomposición existen que permitan cumplir con esos criterios rigurosos de cumplimiento de metas.

 

El secretario general de la CTA, Hugo Yasky, estuvo el martes en firma del acuerdo del Consejo del Salario del que participaron el Presidente, Massa y Olmos. Contó que pidió allí por el bono y que lo salió a cruzar el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja. «La UIA sólo quiere paritaria porque no quiere que el Estado defina por encima de ellos lo que tienen que aumentar los salarios», explicó, en diálogo con El Destape Radio. Nadie del Gobierno respondió a su reclamo, pero Yasky interpretó que habrá algún anuncio en esa dirección en los próximos días, lo mismo que intuía que el medio aguinaldo a cobrar a fin de año no tendrá descuentos por Impuesto a las Ganancias.